La tasa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) recuperó su fuerza y ritmo acelerado al registrar un incremento productivo de 7.07%, cifra que sorprendió a organismos y analistas nacionales y extranjeros, cuyas proyecciones eran positivas, pero un tanto moderadas.
Este nuevo impulso de la economía peruana arroja un promedio superior al 6% en el primer semestre del presente ejercicio y ha motivado a que los especialistas en asuntos financieros pronostiquen que la expansión productiva alcanzará al menos 6.5% en el tercer trimestre.
Es más, organismos financieros transnacionales (FMI, BM, BID, entre otros, así como calificadoras de riesgo crediticio) estiman que, de mantenerse en el Perú la misma disciplina y estabilidad macroeconómica, con más inversiones y expansión constante de nuestro comercio exterior, el ritmo superior al 6% del PBI podría muy bien mantenerse en lo que resta del quinquenio.
En consecuencia se avecina una nueva etapa para nuestra economía emergente. Así se plantearán nuevos desafíos para los responsables de nuestra política económica, esto es, más inversión nacional y extranjera, mayor competitividad e innovación tecnológica para nuestras exportaciones, mejor y más amplia infraestructura (carreteras, puertos, terminales aéreos) y, lo más importante, más energía.
Es más, organismos financieros transnacionales (FMI, BM, BID, entre otros, así como calificadoras de riesgo crediticio) estiman que, de mantenerse en el Perú la misma disciplina y estabilidad macroeconómica, con más inversiones y expansión constante de nuestro comercio exterior, el ritmo superior al 6% del PBI podría muy bien mantenerse en lo que resta del quinquenio.
En consecuencia se avecina una nueva etapa para nuestra economía emergente. Así se plantearán nuevos desafíos para los responsables de nuestra política económica, esto es, más inversión nacional y extranjera, mayor competitividad e innovación tecnológica para nuestras exportaciones, mejor y más amplia infraestructura (carreteras, puertos, terminales aéreos) y, lo más importante, más energía.
Implica emprender el gran salto industrial y tecnológico, sería colocar una camisa de fuerza a un país que continúa creciendo, pero que necesita urgentemente de mayores y mejores espacios para proyectarse.
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acaba de declarar que: "Todas las predicciones que hacen, incluso analistas independientes, muestran que el Perú es un país que, con la trayectoria que tiene, será una de las grandes economías de Sudamérica y de la región latinoamericana".
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acaba de declarar que: "Todas las predicciones que hacen, incluso analistas independientes, muestran que el Perú es un país que, con la trayectoria que tiene, será una de las grandes economías de Sudamérica y de la región latinoamericana".
Hace poco, el diario estadounidense The Wall Street Journal calificó a nuestro país como uno de los "nuevos tigres latinoamericanos", no solo por su crecimiento, sino por su moneda sólida y estable y alta calificación crediticia, en relación con sus vecinos.
Hay que dar mayor importancia a la pronta ejecución de grandes proyectos energéticos como el sistema de transporte y abastecimiento del gas de Camisea, tanto para consumo doméstico como para la necesaria industrialización del país a partir del funcionamiento de un gran polo petroquímico. Los gasoductos del sur, así como el desarrollo de la industria petroquímica, tienen objetivos concretos para impulsar el desarrollo en una región tradicionalmente postergada.
En cuanto a la viabilidad de los proyectos petroquímicos en el sur, los especialistas han confirmado que el contenido de etano presente en el gas de Camisea es de 9.81%, lo cual desvirtúa cuestionamientos pesimistas y nos brinda un panorama auspicioso a todos los peruanos.
Fuente: Agencia Andina
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