En el último año el turismo de lujo ha crecido en dos dígitos. Una de las actividades preferidas por estos exigentes viajeros es la de avistamiento de aves, de flora y fauna en la Reserva Nacional de Paracas: “Es un turismo especializado que deja mayores divisas”, destacó Canatur.
Uno de los principales motivos para visitar la Reserva de Paracas es la práctica del birdwatching o avistamiento de aves, una actividad que tiene cerca de 20 millones de adeptos en todo el mundo.
En Paracas encontramos más de 250 especies de aves, entre residentes y migratorias, que pueblan sus playas, islas y acantilados.
Entre las principales aves que habitan en la reserva de Paracas tenemos: el playero blanco (Calidris alba), el flamenco (Phoenicopterus chilensis), el piquero peruano (Sula variegata), el guanay (Phalacrocorax bougainvillii), el pelicano (Pelecanus thagus), el gaviotín peruano (Sterna lorata), el zarcillo (Larosterna inca), el gaviotín elegante (Sterna elegans), el potoyunco (Pelecanoides garnotü), un ave endémica de la corriente de Humboldt y el pingüino de Humboldt (Spheníscus humboldti), éstas aves últimas en peligro de extinción.
En la Reserva de Paracas también es posible ver al cóndor (Vultur gryphus), especie en situación vulnerable y al gallinazo cabeza roja (Cathartes aura), en los bordes de los acantilados cercanos a grandes apostaderos de lobos marinos, acechando la carroña de los lobos y otros animales muertos.
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