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viernes, 21 de marzo de 2014

Se necesita ampliar oferta de seguro agrícola


El seguro agrícola constituye una herramienta en la gestión de riesgos que resulta indispensable en un sector dinámico y en franco crecimiento. En tanto, la oferta de seguro agrícola se expanda, los agronegocios tendrán nuevas posibilidades de crecimiento vía mayor acceso al crédito y atracción de capital nuevo gracias a una mayor confianza de los inversionistas.

De acuerdo a la Gerencia Central de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva del Perú, entre 1982 y 2012 el valor de las exportaciones de productos agropecuarios no tradicionales creció de US$ 70 millones a US$ 3,083 millones; es decir, la exportación de estos productos en 2012 fue 44 veces superior a la de 1982.
Una gran cantidad de estos productos son en el desierto costeño del país, particularmente en Ica, Piura, Lambayeque y La Libertad.

Los "Niños" del 83 y del 97 se manifestaron principalmente en la costa norte con lluvias de una marcada intensidad y en la sierra sur con una sequía severa, eventos que causaron pérdidas no solo en la agricultura, sino también en otros sectores como el industrial y pesquero, y tuvieron un dramático impacto sobre segmentos de la población que vieron afectados su propiedad y patrimonio.

El riesgo agrícola es mayor ahora que hace dos décadas, situación que solo se intensificará a medida que el sector continúe con su crecimiento vertiginoso, pese a ello la penetración del seguro agrícola definida como el monto total de primas sobre el PBI agrícola, ha sido virtualmente nula en el Perú hasta antes del 2009, año en que el Ministerio de Agricultura instauró el Seguro Agrícola Catastrófico (SAC). Aún así, la penetración del seguro agrícola en el Perú no llegaba al 0,2% en 2010, por debajo del promedio regional latinoamericano de casi 0,4%. 

Entre las varias medidas que se pueden adoptar como estrategia de gestión de riesgo de un negocio agroindustrial se incluyen la diversificación geográfica, la diversificación de cultivos, la diversificación de actividades, la integración vertical, la constitución de capitales de contingencia, los contratos de producción, los contratos de venta y diversas modalidades de transferencia de riesgo entre las que se incluye el seguro agrícola.

Estas medidas combinan soluciones que mitigan las pérdidas económicas por caídas de producción y modificaciones en precios a todo lo largo de la cadena de suministro agrícola y se adoptan de acuerdo a las características del negocio, a los riesgos que éste enfrente y a la percepción de riesgo por parte de quienes toman decisiones al interior de estas organizaciones.

Sin embargo, estas medidas, que pueden resultar bastante eficientes en años relativamente normales, pueden ser insuficientes en años en que un fenómeno sistémico se manifieste de manera severa.

Para minimizar completamente el riesgo, toda estrategia de gestión de riesgo debe incorporar al seguro como el elemento que finalmente define y diferencia el riesgo inherente al agronegocio (deducible) del riesgo que es transferible a cambio de una compensación pecuniaria (prima). Así, el seguro acota las pérdidas económicas a una cantidad máxima, a partir de la cual el asegurador compensa el deterioro financiero del agronegocio que resulta de una caída en la producción agrícola.

Es vital que el seguro agrícola en el Perú se expanda y especialice de acuerdo al crecimiento del sector para así proteger adecuadamente a los agronegocios contra eventos impredecibles, pero probables que pueden tener consecuencias devastadoras e irreversibles.

La capacidad de acción de las compañías de seguros debe aumentar al igual que la participación de reaseguradoras internacionales que brinden tanto su capacidad financiera como su conocimiento técnico. Y al mismo tiempo, los gobiernos deben mantener un marco institucional adecuado y una fuente de información y datos confiables.

Ya existen en el mundo diseños de seguro agrícola que cubren diversas necesidades y que en forma genérica se pueden dividir en:

Seguro indemnizatorio contra riesgos múltiples, que va dirigido únicamente a la actividad agrícola y normalmente garantiza un porcentaje del rendimiento agrícola histórico de la finca que toma la cobertura.

Seguro paramétrico de rendimiento, que va dirigido a diferentes actores a lo largo de la cadena de suministro agrícola y basa sus pagos indemnizatorios en el desempeño histórico de rendimiento del cultivo en la región donde opera el agronegocio.

Seguro paramétrico climático, que también va dirigido a los diferentes actores a lo largo de la cadena de suministro agrícola y basa sus pagos indemnizatorios en variables climáticas que afectan el desempeño agrícola, como pueden ser la lluvia, temperatura o radiación solar.

Fuente: Rolando Rivera experto en soluciones innovadoras en seguros agrícolas tradicionales y paramétricos a todo lo largo de la cadena de suministro.

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