Ana María Ortiz De Zevallos, directora de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica, indicó que la acción hecha por la ONG Greanpeace en las líneas de Nasca es un "mal precedente" y que arqueólogos de su dirección, un fiscal y la Policía de Turismo están inspeccionando la zona para tomar las medidas del caso.
La madrugada del lunes 20 activistas procedentes de Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Chile, España e Italia, desplegaron al lado de la figura del colibrí telas con un mensaje para tomar conciencia sobre el cambio climático. "Han hecho ingreso a una zona intangible para lo cual no estaban autorizados", manifestó la funcionaria.
Comentó que el desplazarse por ese terreno requiere de gran cuidado. Puso como ejemplo a los especialistas que realizan la diligencia están usando un calzado especial para no dañarla. Nadie está permitido a transitar por esa zona.
“Tiempo de cambio: El futuro es renovable”, es el mensaje desplegado en las Líneas de Nazca por Greenpeace para que pongan fin al uso de combustibles fósiles.y para protestar contra lo que llamó una inacción de los líderes mundiales para detener el cambio climático que ahora está castigando a Filipinas, donde hasta ahora han muerto 27 personas por el paso de un tifón.
El presidente de la Comisión de Cultura del Congreso, Alejandro Aguinaga, planteó que las personas responsables y ya identificadas de la ONG que realizaron la protesta, deben ser detenidas por las autoridades correspondientes y responder por estos hechos.
La presidenta de la Asociación María Reiche Internacional de Arte y Ciencia, Ana María Cogorno, señaló que hubo un daño en esta zona.
El Ministerio de Cultura expresó, mediante un comunicado anunció que ha denunciado ante la Fiscalía de Nasca estos hechos ilícitos y ha solicitado el impedimento de salida del país de los responsables de los hechos ocurridos en la zona colindante al Colibrí en las Líneas de Nasca”, declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad y área donde está estrictamente prohibido cualquier tipo de intervención, dada la fragilidad que rodea las figuras.
Creemos que hay maneras de llamar la atención a los líderes que participan en la cumbre de la COP20, pero protestando en una zona intangible y provocando un daño que podría ser irrepararable no es la opción. Somos respetuosos de la libertad de expresión, siempre que no se atente contra el patrimonio del país o se cometa cualquier otro acto que vulnere la ley.
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